El objetivo de la presente investigación fue Analizar la relación entre indicadores fisiológicos de estrés y el estado anímico de la mujer durante el puerperio, evaluando su asociación con la afectación psicológica a los tres meses posparto.
Los objetivos específicos fueron:
• Evaluar los niveles de ansiedad, depresión, estrés percibido y satisfacción con el parto durante el puerperio inicial y a los tres meses posparto.
• Analizar la respuesta fisiológica de estrés en el posparto mediante indicadores bioquímicos (cortisol salival, noradrenalina y adrenalina plasmáticas, oxitocina y gonadotropinas).
• Examinar la asociación entre los niveles hormonales y el estado anímico de la mujer en el posparto inmediato.
• Determinar si el perfil hormonal y los niveles de estrés fisiológico en el puerperio inicial predicen la evolución del estado anímico a los tres meses.
• Identificar variables sociodemográficas y clínicas asociadas a una mejor adaptación emocional durante el puerperio.
Los resultados obtenidos indican que, durante el puerperio inicial, se observaron niveles elevados de ansiedad y depresión en aquellas mujeres con respuestas de estrés fisiológico marcadas (con niveles altos de cortisol, noradrenalina y adrenalina), lo que se asoció con una menor satisfacción respecto a la experiencia del parto. A los tres meses posparto, se registró una reducción en la presencia de síntomas depresivos y de ansiedad en aquellas mujeres que presentaron, en el inicio, niveles moderados de estrés fisiológico y una mejor respuesta hormonal (con niveles equilibrados de oxitocina y gonadotropinas).
Asimismo, la integración de datos sociodemográficos y antecedentes clínicos permitió identificar que factores como una adecuada evolución del parto y condiciones de salud materna favorables están correlacionados con un mejor estado anímico a lo largo del puerperio. Estos hallazgos sugieren que una respuesta fisiológica controlada en el postparto inicial podría tener un efecto protector sobre el estado emocional de la mujer, contribuyendo a una mejor adaptación y menor incidencia de depresión posparto. Estos resultados aportan evidencia para el diseño de intervenciones que integren el seguimiento de indicadores bioquímicos y psicológicos en el posparto, y subrayan la importancia de políticas de salud pública que fortalezcan el apoyo a la salud mental materna tras el nacimiento.